Con mares espejos, ideales para esquiar en agua, vivimos el cruce del canal de la mancha. El trafico marítimo es comparable a meterse al centro de Santiago a la hora pick. El radar del Ondin pitaba cada 1 segundo. Por suerte tuvimos un día despejado durante el cruce, hasta que el turno nuevamente le correspondió a los marineros de agua dulce. Noche, neblina cerrada, y por la radio franceses que no se les entendía nada. En fin, prueba superada. Pero venia lo peor. El golfo de Viscaya.
Se encuentra entre Francia y España. Entre los navegantes se conoce por un muy mal clima, con olas de 5 metros o mas y fuertes vientos. Pero la suerte nos acompaño. Salio viento en dirección contraria, logrando aplanar cualquier ola que llegara desde el atlántico. Pero esto duro un rato, porque este viento subió y subió, llegando a ser un frescachón ( para entender cuando hablo de fuerza 6 o 7 o nombres como fresco o frescachón, pueden ver en Wikipedia la definición de Escala de Beaufort). Fue una noche aspera, todo sonaba, y las olas golpeaban el casco como si fueran un puchingball. Duro toda la noche y el día siguiente, pero lo bueno es que las olas grandes hacen que ciertos animales salgan a jugar con los botes. Así que tuvimos la suerte de ser guiados por......Así es, delfines. Luego de un pequeño espectáculo que nos brindaron, se fueron. La travesía duro 2 días, y hoy, luego de que los viento amainaran, tuvimos un día filete. Calor, sin viento, perfecto para un almuerzo al aire libre. Para finalizar la llegada a Vigo, un buen dia de sol, y por fin gente que en la radio hable español. Lo único malo fue que en la Champions League gano el Inter de Milan y tuvimos la "mala suerte" de disfrutar el partido en plena travesía