Después de un agradable y soleado fin de semana en Sopot, dejamos el hotel para venirnos a dormir por primera ves al yate. Guardar los vasos, platos, artículos de aseo, ropa de cama, baños, etc. En eso nos hemos pasado el día.
Poco a poco, Ondin va tomando forma, se pone mas acogedor, y tiene comida a bordo. Algo que es fundamental para resistir los largos tramos que realizaremos.